La película saca a la luz las ridículas contradicciones y grotescas disputas llevadas al límite de dos familias americanas acomodadas. Cabe destacar la magnífica interpretación de las actrices Jodie Foster y Kate Winslet, así como la de Christoph Waltz y John C. Reilly. La escena más divertida es la del vómito del personaje de Nancy Cowan:
El director quiso ser fiel al tiempo real, tal y como estaba establecido el ritmo dramático en la obra original, creando así una cinta de 79 minutos donde la acción se desarrolla sin interrupciones y en un único decorado, a pesar de lo que esto significa: "Es un reto hacer una película así, sin una sola elipsis. Con un guión tan rápido e ingenioso, el público de todo el mundo se identificará con estos personajes", Roman Polanski.
Al salir del cine con una sonrisa en la boca pensé si me habían gustado más los personajes o la historia. Aún no lo tengo claro pero lo que es innegable es el papelón de Christoph Waltz. Encarna al típico empresario que nos negaría fuego a la salida del metro mientras se enciende su Habano con un Dupont de oro. La gran interpretación que realiza de un papel tan satírico y mordaz lo convierte (y esto si que no entiendo porqué) en un ser al que invitaría a mi casa en Nochevieja.
ResponderEliminarGran película y ¡Grande Polanski!
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